La Evaluación del Ciclo de Vida (ACV) es una técnica diseñada para medir los posibles impactos ambientales causados como resultado de la fabricación y utilización de un producto específico. Entre los principales impactos ambientales mensurables se encuentran los cambios climáticos, como resultado de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Se recopilan y utilizan datos relacionados con la extracción y utilización de materias primas, pasando por la producción y distribución hasta el consumo y la disposición final, pudiendo incluir también el reciclaje y reutilización, de esta manera, analizando todo el ciclo de vida del producto. Al final, es posible comprender la cantidad de CO₂ equivalente emitida por unidad de producto (kg, MWh generado, MJ, etc.).
Raízen realiza anualmente ACV de sus principales productos (azúcar, etanol 1G y 2G, cogeneración, pellets y biogás). Para garantizar una medición y gestión adecuadas de las emisiones de GEI que ocurren durante el proceso productivo, los estudios de ACV que realizamos de forma independiente utilizan un enfoque de "de la cuna a la puerta", que contabiliza todas las emisiones involucradas en el proceso productivo hasta la "puerta" de nuestras plantas, según el diagrama de flujo:
*Enfoque “de la cuna a la puerta”: todas las emisiones de GEI se consideran hasta la puerta de la planta. Es decir, hasta la producción de productos, sin tener en cuenta las emisiones derivadas del transporte y el uso, que varía significativamente entre los destinos de consumo.
**Es importante mencionar que el análisis anual ACV de nuestros productos renovables siempre pasa por una auditoría externa e independiente.